Cinco metas de la publicidad local para este 2015

Ya llegó el nuevo año y, como es costumbre, los gimnasios están abarrotados, los entrenadores haciendo su agosto en enero y las góndolas de productos lights vacías, todo en pos de alcanzar la meta de rebajar un millón de libras.

Muchos hacemos una larga lista de todo lo que queremos lograr. La lista va creciendo cuando sumamos a las metas nuevas las no alcanzadas el pasado año (porque, obvio, siguen siendo metas para este). Con mis objetivos establecidos, me puse a pensar cuáles quisiera que fueran las de la publicidad local, aunque más bien reflejan mis propios anhelos.

1. Publicidad sexista

Algunos productos  han  usado tradicionalmente a las mujeres como objeto sexual en su comunicación. En algún momento esto se debió a que la sexualidad definía una personalidad arriesgada y diferenciadora. Pero mientras la sociedad iba liberándose de tabúes, la sexualización de los mensajes publicitarios fue haciéndose más acentuada.

Debemos reconocer que, en comparación con otros años, los equipos de pelota bajaron un poco el tono a su publicidad. Pero si su equipo no está en su mejor momento, no es lo más adecuado publicar informaciones acerca de su grupo de bailarinas. Y esto lo dice una escogidista sufrida.

Otro caso es el de ron Macorix. Seguir reproduciendo estereotipos que reducen a la mujer a un simple objeto ya está un poco trillado. Hacer un anuncio con mujeres en bikini bañándose a cubetazos es innecesario.

Un ejemplo fantástico de cómo usar el sexo sin llegar a esos extremos es este anuncio de Viagra. Si Viagra lo hizo, ¿por qué nuestras marcas no?

Si “el sexo vende” o no, lo trataremos en una próxima entrega.

2. Mejores estrategias de Social Media

Si la estrategia de comunicación de una empresa no incluye redes sociales, simplemente está incompleta. No obstante, hay que saberla trabajar. Y en nuestro país hay muchas personas capacitadas y con talento para hacerlo.

Una tendencia de los grandes supermercados ha sido usar figuras de la pantalla chica para dar a conocer sus ofertas y promociones. No es que no nos podamos imaginar a Jatnna Tavárez y Pamela Sued haciendo su compra en La Sirena, o a Luz García en un pasillo del Supermercado Pola. Pero el uso de personas famosas no necesariamente infunde credibilidad. Es demasiado obvio que son tweets pagados.

Diría que un caso de éxito es el manejo que hace Nashla Bogaert en sus diferentes redes sociales con la sección de moda femenina de Sema.

3. Tener una campaña memorable

¿Quién no recuerda las hermosísimas campañas de Barceló, realizadas por Nandy Rivas, “Mi pueblo natal” y “Somos un pueblo que canta”? Muchos son de la opinión que éstas han sido las dos mejores campañas realizadas en nuestro país. Por supuesto, hemos tenidos otros anuncios memorables, pero no a ese nivel. Esperamos con ansias que este año puedan ser superadas.

4. Si no pega, no lo fuerces

La publicidad y el mercadeo son probablemente dos de las profesiones que más rápido evolucionan, ya que se basan en los gustos, necesidades y tendencias del momento. El Internet y las redes sociales nos permiten mantenernos actualizados y han revolucionado nuestra manera de interactuar con el mundo, difuminando las fronteras. Así vemos que el reto del balde de agua helada (ice bucket challenge) fue replicado en todas partes, incluyendo nuestro país.

Dicho esto, tampoco es obligatorio hacer todo lo que está de moda. Por ejemplo, durante Dominicana Moda 2014, Baccessory propuso que las personas se hicieran un selfie… sentados en el inodoro que tenían en exhibición.

5. Cero plagio

Luego del desagradable episodio con la campaña de béisbol invernal de la Lidom, esperemos que este año no suceda nada remotamente parecido.

Y una ñapa:

Otro jingle, por favor

La efectividad de los jingles no se discute: nos los aprendemos, cantamos y recordamos durante muchos años (como el anuncio de Colgate “La hora de dormir ha llegado ya / para que los niños se vayan a soñar…”). Pueden incluso convertirse en parte de la tradición de un país, sobre todo si son estacionales.

Sin embargo, es igualmente necesario que las empresas entiendan cuándo el jingle deja de ser acogido positivamente o debe ser renovado para darle un aire más moderno. Este sería el caso del comercial del coro de niños Indubán para Navidad. Una de los chistes más comunes es que deberían hacer una versión con los nietos de los cantantes originales. Quizás este año podamos escuchar una versión nueva o completamente diferente.

Y tú, ¿qué deseas para la publicidad dominicana este año?

Texto publicado originalmente en 7dias.com.do

You may also like...

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *