De todos los colores y sabores

Uno de los juegos de este número sigue siendo relevante hoy en día. Era una imagen para colorear con números. El truco estaba en que los colores a usar eran los diferentes tonos de piel inventados en nuestro país para evitar el “negro”: blanco, rubio, deteñío, jojote, jabao, indio, indiecito claro, morenito, morenito lavaíto, moreno oscuro…

Casi diez años más tarde, y a propósito de la lucha de la descendiente de haitianos Juliana Deguis por recuperar su nacionalidad dominicana, leer los comentarios en redes sociales y los diferentes periódicos digitales podía derramar la bilis a cualquiera. Pareciera  que el único “argumento” a mano contra Deguis es que ella no puede ser dominicana por ser negra. Como si la mayoría de los dominicanos fuéramos de ascendencia caucásica.

Si nos fijamos en la publicidad local, siguen predominando los modelos de tez clara, sobre todo si se quiere retratar a individuos exitosos, situaciones aspiracionales y personas físicamente atractivas. Asociamos ser blanco con poder. Sin embargo, nuestra composición racial está formada por un 84% de personas mestizas o negras, según datos encontrados, a falta de fuentes locales, en el CIA Factbook.

No obstante, en los últimos años notamos mayor apertura a nuestra diversidad racial en la comunicación. Algunos pudieran clasificarla de tendencia superficial, pero es un cambio que no puede negarse. Y aunque nuestras revistas sociales sigan enfocándose en unos pocos,uno de los abanderados en este giro del timón es la cuenta de Twitter de la Presidencia, donde se hace un esfuerzo consciente por publicar fotos que retratan la hermosa mezcla del dominicano.

Esta tendencia se refleja también en campañas comerciales de todos los sectores, desde tiendas por departamentos, bancos, productos de belleza, bebidas alcohólicas y refrescantes, supermercados y demás. Ya es más común encontrar modelos y personas en los medios de comunicación con cabelleras naturales y características predominantemente negras.

La publicidad tiene una relación dual con la sociedad: es a la vez un reflejo de cómo la sociedad se percibe a sí misma y un influyente que ratifica relaciones de poder y estereotipos. Precisamente porque es un espejo, las empresas deberían (lo que no significa que lo hagan) mantenerse constantemente alertas de estos cambios e implementándolos en su comunicación.

Los productos y servicios que usan un abanico racial diverso permiten a sus consumidores sentirse integrados y crear conexiones emocionales positivas con sus marcas. Esto puede traducirse en una mejora del Top of Mind y aumento de la intención de compra. Por supuesto, esta afirmación dependerá del mercado objetivo y del nicho de mercado al que está dirigido.

Algo han influido en esta incipiente transformación las redes sociales, que han servido de canal de denuncia contra la negación institucionalizada de nuestra negritud, como fueron los casos de varias mujeres a las que no les permitieron tomarse la foto de su cédula con su pelo afro. Otro indicio es la proliferación de blogs especializados dirigido a personas de pelo crespo como Go Natural Caribe y Miss Rizos.

Quizá pecando de optimista, siento que algo va cambiando y los dominicanos nos vamos sintiendo más orgullosos de lo que somos: un crisol caribeño en el mismo trayecto del sol. Que llegue el día en que celebraremos nuestra diversidad en todos los ámbitos y niveles socioeconómicos está por verse.

 

Link original: http://www.7dias.com.do/blog/2014/09/09/i172026_todos-los-colores-sabores.html

You may also like...

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *